¿El estrés del día a día no te permite descansar o sentir tranquilidad? Es el momento ideal para empezar a practicar métodos de relajación, mindfullnes, yoga; la actividad que más te guste. Pero antes de eso, es necesario generar el ambiente perfecto. Cambios como pintar las paredes de un color específico, que invite a la relajación, es el primer paso en la búsqueda del lugar ideal.
Meditar trae muchos beneficios al cuerpo y la mente. Disminuye el estrés, mejora las funciones cognitivas del cerebro, permite que la capacidad de atención sea mayor, y puede ayudar a que el sistema inmunológico se haga más fuerte.
Modificar un ambiente en tu casa para que puedas meditar en paz no es tan complicado. Lo principal es elegir estratégicamente ese espacio. Un lugar tranquilo, donde (si convivís con otras personas) no pasen a cada rato y sientas que podés desconectar en su totalidad con lo exterior. Sin interrupciones. Tu habitación personal puede ser un buen lugar, o el living de tu casa. Luego, es el momento de elegir un nuevo color para tu próximo espacio de meditación. Mirá estas ideas:
Azul.
Es un color que invita a calmarse, asemeja a un cielo despejado. Sin embargo, cuidado con los tonos muy profundos, ya que tienen efectos como quitar el sueño o inducir a la tristeza. Utilizalo en versión pastel, acompañado de colores cálidos o un poco de gris clarito.
Verde.
Frescura, paz y esperanza. Un tono claro, no muy intenso de verde seguro va a transmitir una sensación de tranquilidad, relajación y hasta descanso.
Beige.
Relacionado con la tierra. Es bastante neutral, sencillo de combinar con elementos naturales -además de generar que éstos destaquen-.
Blanco.
Por excelencia el color más puro, y más fácil de conseguir. En caso de que no quieras añadir colores más vistosos, el blanco es simplemente el ideal. Para añadir pintas de color, entrarían las plantas, cuadros, mantas o almohadones.
Siguiendo con las paredes, ¿por qué no sumar cuadros de imágenes que te relajen? Como por ejemplo, un paisaje, una cascada, o un atardecer.
Ahora falta conseguir un zafu, mantas -para el invierno- y puede ser velas (y así iluminás cálidamente ese espacio. También puede ser un estimulante del cerebro en el caso de velas aromáticas), o los elementos que sean necesarios en tu rutina de meditación.
Como plus, podés sumar a tu espacio objetos que evoquen a la naturaleza: plantas, caracoles de mar, piedras, alguna fuente de agua, troncos, o ramas en un jarrón.
En este tiempo de la llamada nueva normalidad, donde al estrés diario se le suma (en algunos casos) tener que estar en casa todo el día, animate a crear tu propio espacio de meditación ¡Y animá a otros que también necesiten relajarse un poco!
A tu búsqueda del equilibrio interno, sumale color… Encontrá las mejores pinturas en Pinturerías San Andrés, donde el personal está preparado para aclarar tus dudas sobre cuál tonalidad de color elegir ¡Buscá tu sucursal más cercana!