“En estos días, quedate en casa”
No es solo una frase, es una consigna que recorre todo el mundo ahora mismo. Puede sonar simple, y es probablemente lo que todos desearían en un día cualquiera; sin embargo, la paranoia social y preocupaciones personales logran que una tarea tan directa se convierta en una bola de estrés que crece cada vez más.
No te hundas en la desesperación, es lo más importante y el primer paso. Si te sentís perdido o perdida, te invitamos a que prepares una taza con tu bebida favorita y leas los consejos que preparamos para llevar con calma los días de aislamiento.
Luego de hacer las compras necesarias para evitar salir de tu hogar, es hora de organizar los tiempos.
En caso de que tengas que trabajar desde tu casa, lo principal es respetar los horarios de trabajo como si fuese un día común. Comunicate con tu equipo de trabajo o con tu jefe sin miedo. Es necesario para administrar correctamente el tiempo y que todos puedan realizar sus labores sin impedimentos. Y si hubiese alguno, hablarlo con la persona a cargo. Uno no puede simplemente “desaparecer” sin avisar.
También es recomendable preparar el espacio donde debas trabajar. Por ejemplo, un escritorio limpio, solo con los materiales que necesites, algo para anotar y música ambiental para evitar distracciones. Abrí las ventanas, la puerta, para que el aire se renueve constantemente. Y no olvides tomarte pequeños descansos para estirar el cuerpo, beber un café o té, despejarte un poco.
Por otro lado están las personas que deben cuidar a los demás en el hogar. Existen muchísimas actividades distintas que uno puede hacer desde la comodidad de su casa e involucrar a más de un individuo. Pero comencemos con las necesidades básicas: una alimentación correcta, hacer ejercicio (como por ejemplo, caminar a lo largo de la casa, hacer yoga o estiramientos) y charlar. Estos 3 pilares permiten que siempre encuentres alguna actividad para hacer. Y no olvidemos los infravalorados juegos de mesa. Aconsejamos evitar la soledad, especialmente con adultos mayores. Esto podría afectarlos negativamente. Incluso si no podés visitarlos, realizar una videollamada o llamada está bien.
Desatá tu creatividad ¿Alguna vez intentaste ver una serie o película en simultáneo con otras personas? Existen aplicaciones o incluso las propias plataformas permiten conectar dos dispositivos para que el audiovisual comience y se detenga al mismo tiempo en ambos.
Otra opción es desarrollar tus hobbies favoritos. Seguro hay más de un libro que compraste y todavía no leíste. A todos nos pasa, por lo tanto es una buena oportunidad para retomar la lectura. Lo mismo sucede con la música. Si alguna vez compraste un instrumento musical pero lo abandonaste, ahora es el momento. Con una búsqueda corta podés encontrar miles de tutoriales. Aplica a cualquier habilidad que quieras aprender o practicar: cada vez son más las personas que suben tutoriales a diversas plataformas en la web.
Además, es una época excelente para limpiar tu hogar. Todos pueden hacerlo, revisar cada habitación es equivalente a encontrar cosas que seguro no usamos más. Ropa, juguetes o juegos, útiles escolares, etcétera. Así te vas a dar cuenta de todos los objetos que solo juntan polvo y que a otras personas le pueden servir. Reflexioná sobre todo aquello que está guardado. Y si las cosas no sirven, no tengas miedo de reciclar, reutilizar o tirar (si es posible, separando la basura). Aprender a reciclar es otro punto super importante para el futuro de nuestro planeta, podés aprovechar el tiempo e informarte sobre cómo lograr un mundo más ecológico aportando tu granito de arena.
El último punto -pero tan importante como los anteriores- es que, si tenés patio, balcón o terraza, salgas a tomar aire. Esto es realmente necesario, no solo para cambiar un poco el aire, también para disfrutar del entorno que te rodea. Aunque no lo creas, esos pequeños descansos son lo suficiente para relajarse. Esto aplica a todos. Que no te de vergüenza sacar una silla y tomar sol afuera.
La soledad genera miedo, pero queda en vos frenarla. No es el fin del mundo, por mucho que los demás lo hagan ver así. No permitas que el miedo te agobie: el aislamiento no es lo peor de la vida, y juntos todos podemos salir adelante. Charlá con quienes convivan en tu hogar, hablá por teléfono, y sobre todo, higienizate. Apoyá a quienes tengan que salir a trabajar afuera, transmití paz, cuidalos, cuidate a vos también.
Quedate en casa, informate sobre lo que sucede a tu alrededor, pero no caigas en la desinformación. El pánico colectivo no es imparable. Queda en cada uno de nosotros trabajar en ello para salir de esta situación lo más pronto posible. Ánimo.
POR MICAELA OBINO MAGAZINE INMOBILIARIO