Un poco de historia
La práctica zen es una filosofía que se originó en China hace más de 1500 años. El término zen en verdad es japonés. Este país tomó dicha filosofía y comenzó a practicarla en el año 1200.Luego, se expandió por todo el mundo al expandirse el budismo ya que se basa en este, en las enseñanzas del Buda. Se ha convertido en un estilo de vida pasando por el cuidado del cuerpo y llegando hasta el diseño de interiores.
¿Qué es el zen?
El zen se trata del aquí y ahora, del tiempo presente en el que debemos estar en cuerpo y mente. De lo que hacemos y cómo nos conectamos con nosotros mismos y con la naturaleza.
De la bondad hacia otros, meditar en silencio con la mente en blanco y concentrados en la respiración. De ejercitar la paz mental, la paz interior y de tener claridad en la mente, una mente tranquila y pura.
Es una decoración sin pretensiones que comparte muchos aspectos con el minimalismo: menos es más, espacios amplios, limpios y ordenados. Se apuesta por lo simple, formas básicas sin ornamentaciones ni sobrecargos.
El objetivo es sentirnos cómodos y a gusto con el espacio que nos rodea y nos influye sobre todo en nuestro estado de ánimo. Por eso, se propone al hogar como refugio para la mente, para su descanso, reflexión y concentración. “Tu casa está ahí donde están tus pensamientos”.
¿Con qué elementos decorar un hogar zen?
Este estilo utiliza elementos naturales como la madera y la piedra (en estado natural), mimbre, bambú, cerámica y fibras naturales así que te recomendamos escogerlos. Se busca la conexión con la naturaleza. Por eso son bienvenidas las plantas y fuentes de agua por ejemplo. La decoración zen, al optar por elementos naturales, es una decoración respetuosa con el medio ambiente.
Se trata de buscar un clima armonioso que invite a la relajación , sin distracciones visuales para poder serenar la mente. Es importante que los colores usados en los ambientes transmitan calma. Usá colores neutros o colores claros que pueden ser mezclados con algún color vivo (como también ocurre en el minimalismo). Si nos remitimos a la colorterapia, el verde es una opción acertada ya que es el color de la naturaleza, es equilibrio y armonía.
Se suelen utilizar muebles de baja estatura lo cual se asemeja al interiorismo tradicional japonés con ambientes despejados y deshaciéndose de todo aquello que no utilizamos.
Respecto a la iluminación, durante el día aprovechá la luz natural y en la noche la iluminación debe ser indirecta, tenue y suave.
Otro tip: podés usar velas e inciensos para no dejar afuera los aromas.
¡No hace falta que todo tu hogar se transforme en un hogar zen en un instante! podés empezar con algún ambiente, de a poco, por ejemplo, un rincón de relajación , de lectura, para meditar o hacer yoga. Así que hacemos un Om, mente en calma y ¡Manos a la obra!