El ABC de los cactus
Cuidar un cactus no es tan complejo. En realidad, es perfecto para principiantes en el mundo de las plantas. Encima, al tener especies de formas tan variadas, se vuelve un hobby coleccionarlos.
Y lo mejor es que son muy accesibles, no solo por el precio, también porque en cualquier vivero o feria podés comprar uno. De hecho, en algunas ferias se organizan jornadas de canjes, llevás un cactus para intercambiarlo por otro.
A la hora de trasladar una planta de la naturaleza a una maceta se intenta recrear su hábitat lo mejor posible, utilizando un sustrato adecuado y proporcionando la misma cantidad de agua que la planta normalmente absorbería. Por lo general, los cactus se encuentran en zonas áridas donde el suelo es arenoso y seco.
La mezcla de materia orgánica en el sustrato, el tipo de piedras y el fertilizante son un plus para que tu cactus reciba nutrientes y crezca mejor ¿En qué época y qué cantidad de producto añadir al sustrato? Depende de la especie y del tamaño, y lo que indique el producto. Por ejemplo, para los cactus que crezcan y estén activos durante los meses de calor se recomienda aplicar el fertilizante en primavera.
Por otro lado, posicionar los cactus es bastante sencillo. Necesitan recibir rayos solares la mayor cantidad de horas al día. Algunos expertos aconsejan que, si compraste un cactus de vivero, lo acostumbres a la luz solar de a poquito. Es decir, primero dejalo en un lugar donde reciba unas pocas horas de luz solar, durante la mañana o por la tarde. El objetivo es que luego de unos meses el cactus pueda estar expuesto al sol directo por mucho más tiempo.
¿Y qué pasa con el riego? Depende de las estaciones, el clima, el nivel de drenaje que tenga el sustrato (y de qué está hecho), la especie de cactus, el tamaño y el material de la maceta, y la cantidad de luz solar que recibe ¡Pero tranquilo! Es más sencillo de lo que parece, y con el tiempo vas a aprender cuánta cantidad de agua necesita tu cactus.
Desde mi experiencia personal, mis cactus están en macetas pequeñas o medianas, el sustrato drena mucho y reciben luz solar durante el mediodía y la tarde. Los riego día por medio o todos los días durante la época primavera-verano. En invierno, dos o tres veces a la semana es suficiente.
Te recomiendo utilizar un palito de brochette y pinchar el sustrato. Si sale seco, es hora de regar tu planta. Si sale con tierra pegada, puede que no necesites regar tanto, porque el sustrato sigue húmedo.
Por último, un aspecto muy importante a tener en cuenta son las plagas y enfermedades. Aunque estas plantas son bastante resistentes, un ataque puede ser fatal si no se trata a tiempo. Cambios repentinos en el color del cactus, aparición de manchas o puntos, o achicharramiento son señales de que algo le está afectando. A veces, el exceso de agua genera hongos. Pero también la baja humedad puede atraer a la cochinilla.
La cochinilla es un parásito. Existen varias especies pero es fácil identificarla: puede aparecer como un pequeño insecto blanco, como manchas grisáceas-anaranjadas o en compañía del hongo negrilla. Si notás algo así, separá tu cactus para evitar que contagie al resto.
Existen muchos métodos para eliminarla de manera efectiva: alcohol, jabón potásico, aceite de neem o productos preparados como fungicidas o anti-cochinilla.
En resumen, los cactus son la mejor opción para empezar en el mundo de las plantas. Baratos, no ocupan mucho lugar, muchos son fáciles de reproducir y con el tiempo darán flores super bonitas.