¿Qué observa un comprador cuando visita tu casa?
A la hora de visitar un inmueble, el posible comprador prestará atención a cada rincón de tu hogar, en búsqueda de que todo funcione correctamente, y que además pueda sentirse cómodo. Comprar o alquilar es una decisión muy importante. Tomá nota de estos 5 elementos que el posible comprador tiene en cuenta cuando visita una vivienda.
Obras sin terminar
A nadie le gusta llegar a una casa donde las paredes están manchadas o con grietas, las canillas gotean o los azulejos tienen moho pegado. Aunque sea algo pequeño, estas cosas hacen que un comprador prefiera una casa en vez de otra. Uno puede pensar que, si hay una falla a la vista, debe haber otras ocultas.
Prestá especial atención a los picaportes, las bisagras, los rollos de las persianas, las conexiones de gas, la posibilidad de agua caliente y los enchufes.
Por eso, antes de publicar tu inmueble para la venta, revisá cada rincón en búsqueda de posibles fallos y tratá de terminar cualquier obra que estés haciendo. Arreglá todo lo que sea necesario para que tu hogar quede como nuevo.
Desorden y suciedad
Una casa que está ordenada causa una buena impresión a primera vista. Pero una casa reluciente, atrapa mucho más. Limpiar no es solo quitar el polvo; es aplicar productos a los muebles para que éstos se vean brillantes, es limpiar a fondo las ventanas, es acomodar el mobiliario con el fin de que no haya objetos en medio del camino, y hacer que tu casa se vea lo más espaciosa posible.
Esto es esencial en sitios como el lavadero, la cochera, la terraza y el jardín; donde tendemos a acumular objetos que no necesitamos o que no les damos tanto uso. Lo mismo con los armarios: no dejes objetos personales dentro de ellos, porque quizás puedan pedir verlos también.
Debemos aceptar que no a todo el mundo le gustan las mascotas, e incluso algunas personas son alérgicas al pelo de animal. Además, a veces los animalitos se comportan de manera agresiva ante la presencia de personas no conocidas, ya que piensan que deben proteger a sus humanos de los “invasores”.
Si vas a recibir un posible comprador, te recomendamos de ser posible que alguien saque a pasear a tu compañero animal. Tené cuidado con el pelo que sueltan. A algunas personas les desagrada ver pelitos de perro o gato dando vuelta en las habitaciones. Limpiá a fondo todos los lugares donde pudo haber estado. Si es muy difícil quitar el pelo de, por ejemplo, almohadones o una frazada, es mejor que la retires para lavarla bien en otro momento.
Olores y aromas.
Los olores pueden causar un impacto negativo en algunas personas. El olfato es un sentido muy poderoso, a veces influye más que lo visual en la toma de decisiones.
Entonces, olores como los que desprende la basura, la humedad, el tabaco y sus derivados, e incluso el olor de las mascotas, genera una mala impresión en la visita.
Al mismo tiempo esto sucede con los aromas. Por muy agradables que nos parezcan, no a todo el mundo le agrada el aroma de los sahumerios, los aromatizadores, los perfumes fuertes y la cocina exótica. Lo mejor es que tu casa esté perfumada delicadamente o libre de olores. Te recomendamos que ese día antes que llegue el posible comprador, abras las ventanas y ventiles bien la vivienda, así se renovará el aire. Enciende la luz aunque sea de día y corre las cortinas.
La presencia del propietario.
Aunque sea sin intención, el propietario genera cierta presión en el comprador a la hora de una visita. Por eso es preferible que dejes tu inmueble en manos de tu agente inmobiliario. Él o ella se encargará de guiar la visita y presentar todos los puntos destacables de tu propiedad.
Esto aplica también a los objetos personales. Mientras la casa reciba visitantes, te aconsejamos en lo posible quitar algunas pertenencias personales, cuadros con fotos, y todo aquello que no va a estar cuando el cliente compre o alquile la casa.
Recordá: tu inmueble debe verse lo más neutral posible. Así, el posible comprador podrá visualizar la casa como suya con más facilidad.