La magia está en tus manos
Los mudras son “gestos o posiciones sagradas” que se efectúan con el cuerpo y especialmente con las manos.
Se realizan aplicando presión en los distintos puntos de las manos y/o dedos, atrapando y guiando flujos de energía, enviando mensajes a nuestro cerebro, a través del sistema nervioso y los puntos reflejo.
Las manos son nuestros mapas de energía, es como un teclado que nos permite ingresar a nuestra computadora mente – cuerpo generando cambios físicos, mentales y energéticos.
A cada dedo de la mano se le asigna un elemento de la naturaleza, por ello cada dedo gobierna la analogía del elemento en la actividad del cuerpo:
– El pulgar posee como elemento el fuego (Equilibrar las energías del cuerpo).
– El índice simboliza el aire (Provee la capacidad de pensar y crear).
– El corazón está regido por el éter (Otorga la energía necesaria para actuar y vivir en armonía con el mundo espiritual).
– El anular simboliza la tierra (Nos provee equilibrio interior para afrontar cualquier situación).
– El meñique representa el elemento agua (Trabaja sobre nuestras emociones).
¿Cómo se practican los mudras?
La práctica de los mudras es muy sencilla. La presión que ha de hacerse es siempre muy suave y sostenida.
Si te cansas en la postura del mudra, dejá caer los brazos, desarmá brevemente el mudra para relajar la tensión y volvé a armarlo. Podés practicarlo de pie, sentado, recostado o caminando.
Para trabajar sobre los bloqueos que produce el estrés, los mudras son una muy buena herramienta para sumar como hábito y también en la práctica de Yoga; ya que el incorporar no solo su posición, sino también sus beneficios, te ayudan a direccionar la energía y desarrollar concentración y calma.
Te esperamos en nuestras prácticas regulares, para seguir aprendiendo sobre la sabiduría Yogui aplicada a la vida diaria.

Imagen 1: Gyan Mudra – activo: Con las dos manos, las puntas de los pulgares tocan las puntas de los índices.

Imagen 2: Gyan Mudra – pasivo: Con las dos manos, las puntas de los índices tocan la primera falange del pulgar ejerciendo una presión sobre la uña del índice.
CH͚I͚N͚ M͚U͚D͚R͚A͚ O G͚Y͚A͚N͚ M͚U͚D͚R͚A͚
Este mudra actuá a nivel anímico y espiritual, ayudando a la receptividad y a la calma, mejorando los estados de tensión. Este gesto que se realiza con las manos simboliza la armonía de la conciencia humana (pulgar), y los tres dedos extendidos, las tres gunas, cualidades de la naturaleza, que mantienen en marcha toda la evolución, tanto en el macrocosmos como en el microcosmos: Tamas (letargia), Rajas (hiper actividad) y Sattva (equilibrio, armonía). El círculo cerrado del índice y el pulgar representa el objetivo del yoga: la unión de Atman, el alma individual, con Brahman, el alma del mundo. Juntamos la punta del pulgar con la del índice, mientras dejamos los otros dedos extendidos. Esta posición de los dedos establece un circuito de energía que nos confiere armonía y calma.