Jardines Verticales
Más que un método para ahorrar espacio es una forma de decoración que brinda oxígeno e incluso aroma natural al hogar. Al tener una distribución vertical es posible adaptar el jardín a las paredes internas de tu casa. Es cuestión de seleccionar qué tipo de plantas pueden vivir en interiores y ubicarlas en un espacio donde sus necesidades (exposición solar, humedad, temperatura) se vean cubiertas. Eso sí, hay que tener en cuenta la época de poda, ya que algunas plantas crecen rápido, se extienden y pueden llegar a ocupar mucho más espacio del que tenías pensado.
Un primer paso es elegir el tipo de estructura que va a sostener las plantas.
Siempre recalcamos la importancia de tomar el hábito del reciclaje en cualquier ámbito de la vida donde sea posible. Armar la estructura de un jardín vertical es otra ocasión perfecta para aprender a reciclar/reutilizar materiales (como los pallets, que seguramente más de una vez viste en alguna vereda).
Podés reutilizar escaleras o cajones para la base y formar macetas con botellas, bidones, latas, baldes, potes de helado o cualquier recipiente que cubra el espacio que necesita una planta para que sus raíces crezcan bien. Hasta los tubos de PVC son una excelente estructura y a la vez maceta para tus plantas.
Si preferís un jardín de plantas trepadoras o enredaderas el sistema de base cambia. Los soportes de metal quedan muy elegantes y modernos, pero también podés armar tu propio soporte con tablas, ramas o varillas de madera, tubos de bambú, redes de alambre o hilos yute gruesos.
Independientemente del material que elijas, tenés que tomar en cuenta que la estructura resista no solo el peso de la planta y la tierra, sino que aguante las condiciones atmosféricas. El sol del verano, la lluvia y el riego descuidado termina arruinando algunos materiales. Eso nos lleva al siguiente punto: la ubicación.
Ubicar tu jardín depende, otra vez, de las necesidades de la planta y a la vez, del tipo de estructura que hayas elegido (por los motivos antes mencionados, su resistencia). A ciertas plantas no les molesta la exposición solar continua durante horas mientras que otras crecen mejor si están en un rinconcito donde solo les llega luz solar de manera indirecta.
Entonces, todo se relaciona con todo: los materiales, la ubicación y las especies de plantas. En lo personal, creemos que elegir las plantas es el paso más divertido. Investigar cuándo florecen y ubicarlas de manera que los colores y las formas combinadas se vean de manera armónica.
Sin embargo no te olvides que, si vas a instalar un jardín vertical en el interior de tu hogar, tenés que conseguir plantas aptas para interiores. Hay muchas especies, por ejemplo: potus, sansevieria, aloe vera, planta del dinero, lazo de amor, espatifilo (dá una flor ideal para centros de mesa) o la famosísima monstera deliciosa.
¿Y por qué no un jardín aromático? Tiene doble beneficio: atrae polinizadores y puede servir como condimento de tus comidas (o infusión de té) todo el año. Algunas plantas aromáticas sobreviven en interiores, como la menta, el romero o el perejil.
Armar un jardín vertical lleva su tiempo entre planificar y ponerse manos a la obra pero el resultado hace que valga la pena todo el esfuerzo. Si te gusta crear, construir un jardín de este estilo es un proyecto entretenido, con muchísimas variables en juego que permiten desatar tu creatividad.