¿Brocha o rodillo?
A la hora de pintar una pared, debemos tener en cuenta algunos puntos claves además del color y el tipo de pintura que vamos a utilizar. Es necesario elegir las herramientas que nos ayudarán a lograr un perfecto acabado. Entre las alternativas más conocidas, encontramos las brochas y los rodillos. La existencia de estos dos instrumentos, es conocida por todos y todo aquel que haya pintado alguna vez los ha utilizado. Lo que la mayoría de las personas no tienen en cuenta es en qué momento concreto se deben utilizar cada una de estas dos herramientas. Y esto se debe, en parte, a que ambas cumplen muy bien su función. Por este motivo, hoy te vamos a enseñar cuál es la mejor herramienta para pintar de las dos, teniendo en cuenta, el contexto en el que mejor se desempeñan.
¿Cuándo elegir un rodillo para pintar?
Por lo general, este instrumento es ideal para pintar superficies grandes y de manera muy rápida. Esto obviamente tiene su ventaja y su desventaja; porque por un lado no cuenta con una gran precisión, pero a la vez podremos abarcar mucha más superficie en un menor tiempo. Básicamente se utiliza en tres situaciones:
En primer lugar, se usa en paredes grandes. Y esto se debe principalmente a la comodidad que ofrece, por el autodesplazamiento que tiene al girar sobre sí mismo y por su efectividad a la hora de abarcar mucha más superficie.
Otra situación en la que comúnmente se utiliza el rodillo, es cuando realizamos las primeras manos de pintura. Porque en ellas, no es necesaria demasiada precisión y además nos permitirá avanzar rápidamente a las próximas pasadas. Y también, suele utilizarse cuando necesitamos lograr una terminación uniforme y sin ningún tipo de salpicaduras.
Tené en cuenta, a la hora de elegir un rodillo que éste sea fácil y suave de manejar y que no deje fibras al pintar. Estos son algunos aspectos básicos, que se deben conocer.
¿Cuándo elegir una brocha para pintar?
La brocha al ser mucho más pequeña que el rodillo, es perfecta en momentos en los que necesitamos muchísima más precisión. Haciendo que sea ideal su uso, en superficies más pequeñas. Con ella, podremos acceder fácilmente a todas las esquinas de las paredes sin manchar nada. También es muy común utilizarla, en las últimas manos de pintura. Momento que se utiliza para repasar algún tipo de imperfección, gastando mucho menos pintura que el rodillo.
Tenemos que considerar algunos aspectos al momento de elegir una brocha, como por ejemplo: si es redonda o plana con forma rectangular, de qué materiales son las cerdas (naturales o sintéticas), además de su tamaño y grosor.
Recordá que el material de la brocha o el rodillo dependerá del tipo de pintura que utilices: cerdas naturales para pinturas con base de aceite y barnices y cerdas sintéticas para pinturas al agua, rodillos de lana para barnices y rodillos de fibras, espuma y flocados para todo tipo de pinturas.
Y por último, si aún te quedan dudas con respecto a tu elección ¡No te preocupes! En Pinturería San Andrés, te ofrecen una atención personalizada en la que van a asesorarte para que puedas elegir la herramienta correcta según tus necesidades.