Árboles pequeños
Algunos árboles frutales pueden crecer en macetas. La clara diferencia es que no brotará una gran cantidad de frutas y que las mismas quizás sean más pequeñas que las de un árbol plantado en tierra. Acá van algunos consejos muy básicos a tomar en cuenta:
Lo primero y principal es saber que no se puede plantar el árbol en cualquier época del año. Para que no sufra las heladas y el frío del invierno lo ideal es plantarlo una vez que empiece la primavera.
Antes de comprar el arbolito se debe tomar en cuenta cuál es la variedad que mejor se adapta a crecer en una maceta. Lo mejor es preguntar directamente al vendedor.
Con respecto al volumen de los recipientes, cada especie necesita distintos tamaños que en sí depende del tamaño de la planta. Además, hay que trasladarlas a un recipiente más amplio a medida que pasan los años.
Por lo general, la poda se realiza una vez que el árbol terminó de dar su producción anual. Es para quitar las ramas secas, viejas o enfermas y también para darle forma a la copa.
¡Cuidado con las plagas! Es mejor prevenir que curar. Algunas enfermedades y plagas se pueden evitar o controlar con métodos caseros. Es importante que sepas cómo se ven para poder eliminarlas lo más rápido posible. Las más comunes son el pulgón, la cochinilla y la mosca blanca. Una actividad simple pero efectiva es revisar tu árbol todos los días en búsqueda de manchas extrañas o larvas.
Lo más importante: la polinización. Podés atraer polinizadores a tu jardín con algunas plantas aromáticas como la lavanda, la menta, el romero y el tomillo. Evitá usar insecticidas químicos, porque puede dañar a las abejas también.
La maceta debería estar en un lugar cálido y luminoso, donde llegue luz solar directa la mayor cantidad de tiempo posible.
Cuidado con las heladas y los vientos fuertes del invierno: cuando la temperatura es muy baja (0 ºC) es necesario protegerlo, ya sea con una manta térmica para cultivos o en su defecto moverlo hacia el interior de tu hogar, puede ser cerca de una ventana para que siga recibiendo luz solar. Esta técnica aplica a otros árboles por igual: protegerlos del frío invernal es importantísimo.
Para abonar la tierra podés utilizar compost, y añadir abono líquido cada 15 días. Por el lado del riego: el sustrato debe mantenerse húmedo pero no en exceso.
Precisa mucho sol pero no demasiado calor, por lo tanto durante el verano vas a tener que mover la maceta para que no reciba sol directo. Aguanta el frío del invierno aunque no las corrientes de aire.
Aplicá fertilizante solo en época de crecimiento. Durante el invierno la planta entra en su descanso, así que no es necesario. Con respecto a su suelo, necesita uno fértil y con buen drenaje, ya que el encharcamiento provoca que se pudran las raíces.
Peral.
Necesita por lo menos 6 horas de luz solar cada día, en un lugar donde no esté muy expuesto. Puede tolerar el frío como lo hacen los manzanos.
Prefiere un suelo fértil (con abono como el estiércol o el humus de lombriz) que le permita retener la humedad sin encharcarse. Requiere un riego regular, que mantenga el abono húmedo en épocas de calor.
Cerezo.
Ubicalo en un sitio donde reciba luz solar como mínimo 6 horas al día y circule el aire.
Su suelo debe ser ligero y arenoso, con buen drenaje. Precisa abono una sola vez por año, al comienzo de cada primavera
Es mejor regarlo cuando la tierra esté casi seca porque no soporta que la tierra esté húmeda por mucho tiempo.
Cada árbol tarda su tiempo en dar frutos, por lo menos 2 años, dependiendo la especie. Sin embargo es un logro gratificante ¡Y desde la comodidad de tu casa! No importa si vivís en un monoambiente, mientras tengas un balcón o terraza donde ubicar tu pequeño árbol, vas a poder cultivar frutos exitosamente.