En febrero, el mes del amor (y también segundo mes de un año nuevo lleno de oportunidades y posibilidades listas para aprovechar) no existe nada mejor que recordar, tener en claro que, solamente cuando uno se ama realmente como es; abarcando sus propias limitaciones, cada una de sus virtudes, desafíos y también dones personales, recién allí comenzará el gran punto de partida para lograr amar en su totalidad al otro y a la vida misma, todo aquello que nos concierne y rodea en este mundo terrenal, ya que sin amor, sin luz, no podremos avanzar hacia el estado de felicidad que cada uno de nosotros merece vivir.
Es así como la práctica constante de actividades relajantes como el Yoga, el reiki y, a su vez, los necesarios masajes terapeuticos, te acercan siempre un poquito más a la hermosa experiencia del amor interno, propio, el cual no puede aprenderse jamás desde lo racional y metódico, sino desde la experiencia propioceptiva de cada uno, ya que de eso se trata: amarse a uno mismo es un largo camino de ida, que como todo viaje tiene sus altibajos, sin embargo lo esencial es aprender de ello, nuestra singular, propia y maravillosa experiencia de vida, sobre la cual jamás nadie debe decirnos cómo vivirla porque esa es la manera, aprender sanamente de uno mismo y los demás. No existen manuales para amar, pero existen las emociones y las corazonadas que pueden guiar un poco la manera de sentir que cada persona lleva consigo misma.
El amor concebido desde un estado de plenitud y calma mental es una vivencia magnífica, que además contribuye a aflorar la experiencia y la emoción del mismo. Potencia el bellísimo sentimiento de amar, amarse, desde lo más interno de nuestra alma. Supera las barreras terrenales del cuerpo, nace desde lo más profundo de la mente para expandirse por todo lo que nos rodea. El amor, la felicidad, es algo positivamente contagioso y es fácil compartirlo con todos los demás. Es un ciclo que solo continúa hacia adelante y nace desde lo más profundo de cada uno.
Por esto te invitamos a que liberes a tu cuerpo de los momentos estresantes y de las toxinas mentales que pueden afectar tu bienestar, para así poder vibrar en una sintonía plena con tu propio ritmo interno, generando un hermoso estado en tu vida cotidiana; atrayendo situaciones y personas que también logren vibrar en la misma sintonía de alegría, plenitud y amor. Practicar Yoga o Reiki es algo que prácticamente todo el mundo puede llevar a cabo sin problemas. No es necesario apurarse, solo concentrarse y relajar la mente para lograr ese estado de calma con uno mismo. Nadie es mejor ni peor, solo se requieren las ganas de intentarlo.
Sumate, cuidate, y sobre todo, amate. Amá todo tu ser, tu mente, cuerpo y alma. Y una vez que lo logres, compartí ese amor con los demás. Es un proceso que puede costar, sin embargo el resultado es totalmente gratificante, y será un gran cambio en tu vida si todavía no pudiste alcanzarlo.
No salgas a cazar mariposas allá afuera, si te gustan, invertí ese tiempo en embellecer tu propio jardín personal y de a poco ellas vendrán por sí mismas, hasta que todo se llene con la presencia de mariposas hermosas, repletas de colores vivos y llenas de luz que acompañarán tu camino de vida, y
que sobre todo generará un ambiente cálido, brillante y feliz.
Vos sos el responsable de generar un jardín interno vivaz y que atraiga energías positivas, así que ¡ánimos con eso! Recordá que las buenas vibras forman a los ambientes positivos, y por consiguiente las personas rodeadas se sentirán más aliviadas de los pesares que abundan en el día a día.
Bharata.
Profesor Internacional de Yoga y Meditación.
Terapeuta ayurvédico.